En resumen. Cuando surja un nuevo 15M provocado por la desidia, no serán los políticos los responsables de reclutar mujeres a propuesta de los miembros del CGPJ para formar a las Presidentas del futuro y asegurar la supervivencia del bipartidismo a cambio de un cameo en la Universidad, porque ya lo intentó el Sr. Iglesias adjudicándose el liderazgo de un movimiento espontáneo sacando a relucir su varita mágica y mostrándose no sólo más preocupados por los valores del TSA o por la no interpretación de una ley propuesta por la única ministra que logró completar todo su programa, y gracias a los techos de cristal que también abogan por que los repartos de este país deban ser aprobados no sólo por el poder legislativo, como demócratas, sino también preocupados por la irrupción de un tal Albert Rivera que llegó desnudo, fue favorito y salió ultrajado. Algunos iluminados decidieron que España necesitaba más presencia exterior y optaron por la "charla de pasillo" con Biden porque "el cielo se toma por asalto". El cielo de quien planta su culo en la uni para garantizar que sean los prendas del Colegio Elías Ahuja los representantes políticos del futuro y no el hijo de un autónomo o una cajera. El cielo de quien cambia de pareja para dirigirla desde dentro porque no podía con ella y el cielo de quien se da cuenta de que Yolandita la traidora le salió rana al excluir a la compi porque aquí lo que hace el menda es dividirlas en privado, unirlas en público y encajonarlas como cabezas de turco. Todos unidos y soberbios para desmantelar un ministerio que permitiría a las mujeres de este país optar a la presidencia y mostrarle a los españoles que existen otras formas de gobernar.
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